Desde el descubrimiento de los rayos cósmicos se han desarrollado los estudios de sus características físicas. El continuo flujo de esta radiación es una propiedad que se puede aprovechar generando aplicaciones tecnológicas, creando o innovando técnicas más eficientes. Actualmente en la espectroscopia se requieren fuentes prefabricadas, y con algunas la muestra analizada resulta dañada. Con los rayos cósmicos no sucede esto. Con este fin se desarrolla el diseño, la construcción, caracterización y la operación de un “mini espectrómetro”. Costa de tres módulos, o cavidades cúbicas verticales sobrepuestas, en la inferior y superior se insertan plásticos centelladores y en la de en medio, el material a analizar; se conecta un fotomultiplicador por módulo para observar la interacción de los rayos cósmicos con los materiales a través de un pulso analógico. Se estudian muestras de agua, aire, aluminio, mármol y cantera. Se presenta el diseño, la construcción, la caracterización, la operación y los resultados preliminares.